Garantizar la alta disponibilidad es más que solo ancho de banda, también se trata de la redundancia integrada en la infraestructura; todo el hardware, software y conectividad. Esto es especialmente así cuando se consideran sistemas de software basados en SaaS o en la nube. Una aplicación de software basada en la web que se ejecuta en un único servidor de computadora conectado a Internet, ubicado en un bastidor en un armario de cableado, puede denominarse técnicamente como una oferta de nube basada en SaaS. Usando nuestro ejemplo de carretera de arriba, puede funcionar bien durante una pequeña prueba, pero si se ve afectado por un mayor volumen de tráfico o por “inclemencias del tiempo”; digamos una falla de hardware o un corte prolongado de energía/acceso a Internet, el sistema dejará de ser viable. Por otro lado, las verdaderas soluciones basadas en SaaS de clase empresarial están diseñadas para tasas de alta disponibilidad de al menos cuatro nueves de tiempo de actividad (99.99%).
La redundancia es una parte importante de este proceso. Es esencial asegurarse de que no solo el acceso a Internet, sino también los servidores de instrucciones, los servidores de bases de datos, los servidores de archivos y los servidores web tengan la carga equilibrada y sean redundantes para lograr la máxima disponibilidad posible. En la implementación de una solución de software de clase empresarial de alta disponibilidad, no puede haber un único punto de falla. A tal efecto, también se debe considerar la protección contra fallas catastróficas. Con ese fin, las empresas de software de clase empresarial como nosotros llegan al extremo de mantener una infraestructura redundante y de alta disponibilidad en "Pilot Light" en una costa opuesta. No es un evento en el que sea agradable pensar, pero para completar, uno que debe estar allí por si acaso.